Con la reciente y polémica ley antitabaco los vecinos de los bares además de la suciedad y el olor a tabaco tenemos que lidiar que el ruido de la gente. Está genial deivertirse, yo lo hago, pero pensemos un poco en la gente que no puede descansar, llegando a ser desagradable cuando se está enfermo, son ancianos o al día siguiente hay que trabajar. Desde aquí hago un llamamiento al civismo que hay dentro de cada uno de nosotros para que esta situación no termine siendo un problema. Como curiosidad os dejo la propuesta de una bar de Badajoz, La Tía Dolores, que reparte piruletas para que en lugar de salir a fumar y entablar conversación bajo el balcón de los vecinos te la comas tranquilamente en el bar =)
3.3.11
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